domingo, 2 de mayo de 2021

El miedo compartido: un lector indeciso y una librera dudosa

Ayer, día 1 de mayo, en ocasión del día de l@s trabajador@s la librería estuvo cerrada. 

El sábado en la tienda generalmente parejas y familias se alternan durante el día. Por la mañana, la mayoría de prisa, en búsqueda de un regalo de última hora antes de la comida con amig@s o familiares. Por la tarde con más calma y con los niñ@s también. El día pasa entre caprichos y rabietas desesperadas, padres dudosos, parejas que van de la mano ocupando todo el pasillo y grandes dilemas que se me presentan inesperados. Como hace unos meses, cuando un sábado por la mañana ha entrado una familia mixta: padre alemán, madre catalana, dos hijos. 

En general nuestr@s pequeñ@s lector@s aleman@s son más autónomos a la hora de escoger libros respeto a l@s de aquí. No hay ningún tipo de estadística oficial, hablo solo por experiencia personal. Hojean los libros a solas, lo consultan con sus padres y finalmente traen al mostrador lo/los que van a comprar. Un fenómeno curioso y, sin embargo, difícilmente explicable. 

Mientras estaba al ordenador, alguien me interrumpe: 
- ¿Este libro da miedo? 
Levanto la mirada: el mayor de los hijos me estaba enseñando una copia de Die Dunkelheit der Drachen, un fantasy cuyo protagonista, un niño flautista, trata de salvar el mundo del Flautista de Hamelin que hace desaparecer dragones y niñ@s.
Me quedo un momento en silencio. Hay mil formas de clasificar los libros: por edad, género, edición etc. Pero la verdad es que cada lector y lectora tiene sus tiempos, ideas y gustos peculiares. 
¿Qué entiende un@ niñ@ con miedoso, divertido. aventurero, sencillo, aburrido, complicado, ligero? En definitiva todo un misterio, que, sin embargo, es mi tarea resolver.
- Depende. ¿Qué dirías tú que da miedo?
Él se lo piensa y mientras tanto volvemos a la estantería de la que había cogido el libro. 
- Por ejemplo, Harry Potter me ha dado mucho miedo. 
Intento sondear más y descubro que no se refiere a los últimos libros, más grotescos y dramáticos, sino que justamente al primero. Echo un vistazo a la sección "6-9 años", correspondiente a su edad, pero ya ha leído los que le propongo y también algunos de los recomendados a partir de 10. Es decir, "6-9 años" demasiado sencillos, "10-12 años" tal vez demasiado complicados. Pasa a menudo y ya me he dado cuenta de que no tiene nada que ver con nuestra, o cualquier otra, clasificación. Tal vez simplemente no se debería fijar una edad para leer un libro.
Nos hemos quedado una media hora más buscando alternativas.
Finalmente, ha decidido quedarse con su primera elección.
- Hacemos una cosa: tú empiézalo y a ver qué tal. Si te das cuenta de que te da miedo puedes volver aquí y te lo cambiaré por otro.  
Un acuerdo que le permite a él irse satisfecho y a mí de sentirme en paz conmigo misma. 

Es importante que un@ librer@  se haya leído todos los libros que vende? 
Sería estupendo, pero es casi imposible, hasta en una librería especializada cuya selección es reducida respeto a una generalista. Sobre todo con l@s niñ@s la clave está, entonces, en llegar a entender qué buscan: definir su zona de comfort y tratar, quizás, de ampliar un poco sus límites, ayudándol@s a descubrir algo nuevo. 
¡Que no se apague la chispa de la curiosidad y menos en una librería!

[De todas formas el libro, hasta hoy, no ha sido devuelto.] 

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